lunes, 19 de enero de 2009

GITANOS
Soñé que era gitana
que con los gitanos me iba,
surcando caminos de oro,
sobre ruedas de alegría.
Tan pobre era mi carro,
cual rica la fantasía
que desprendían al bailar
los pies dscalzos que habían...
Los gitanillos pequeños,
clase de danza hacían,
cuando el carro se paraba,
cuando la mula comía.
Una gitana muy vieja,
sentada los corregía:
¡Pon la cabeza más alta!.
¡Date la vuelta "enseguía"...
Y a la hora del puchero,
teníamos "tos" tanta hambre
que unos garbanzos "cocíos"
sabían mejor que la carne.
El abuelo estaba viejo
y ni afeitarse podía
pero era el más respetado
porque se lo merecía.
Con sus gotas de sudor
sacó a flote a su familia
y como se casó joven
hasta biznietos tenía...
¡Cómo brillaban los ojos!:
negros, grandes, sin mentira;
alrededor de la hoguera...
Caliente manos y cara,
aunque con la espalda fría,
mientras sonaban guitarras
y cante... por bulerías...

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